Se espera que a lo largo de todo el
proceso se entregue información pertinente al niño/a y adolescentes y a sus
adultos protectores acerca del proceso de intervención del proyecto.
Su expectativa es, que tanto en la
formulación, como ejecución del proyecto se incorpore el enfoque
intersectorial, que permita instalar a este programa no como una intervención
social aislada, sino como un aporte al desarrollo de las comunidades, generando
vínculos, con el propósito de instalar en los territorios, las condiciones para
el reconocimiento de niños/as y adolescentes como sujetos de derechos,
contribuyendo, así, a una participación efectiva en sus comunidades.
Para que
esto sea posible, se requiere que el equipo de trabajo en su conjunto, tenga
esta amplitud de mirada, posea experiencia y formación en gestión de redes.
Se espera que la intervención valore
los recursos y el aporte del grupo familiar de los niños/as y de los miembros
significativos de la comunidad, que permitan colaborar en la reparación del
maltrato y/o abusos sexuales y en la construcción de un contexto protector para
el niño, en el mediano y largo plazo.